miércoles, 2 de septiembre de 2009

Clavícula

Clavícula normal
La clavícula es el hueso que más se quiebra en general y en el ciclismo es particularmente común. Caer sobre la mano con el brazo extendido, de costado sobre el hombro o directamente sobre la clavícula son los tres tipos de caídas que más provocan esta fractura. Lo común es que duela tanto que no se pueda seguir pedaleando.

Lo 1ero es el dolor y la hinchazón, luego se puede detectar palpando e inclusive a simple vista pero siempre se requiere de los rayos-x. Afortunadamente, es raro que se dañen los ligamentos o vasos sanguíneos. Inclusive, hay quien piensa que como la principal función de la clavícula es amortiguar, es posible que hasta este “diseñada” para romperse antes de dañar algo más; cosa que suena exagerado.

El tratamiento consiste en inmovilizarla con un vendaje en forma de 8 que empuja o jala la clavícula de nuevo a su posición. El dolor dura 2 semanas y la recuperación total hasta 12 semanas aunque claro, después se pueden experimentar sensaciones. La vuelta a la actividad es paulatina y probablemente la mayor molestia sea dormir sobre ese lado.

Herida de guerra
Aunque es poco frecuente, es necesario operar cuando la fractura es múltiple, con mucho desplazamiento, perfora la piel o está muy cerca de uno de los extremos. En el caso de operar las semanas de dolor y recuperación varían.

En mi caso, tuve la clásica caída en “bajadita”, con el cuerpo muy levantado, sin soltar el freno delantero y ante el titubeo, pues al suelo. La caída -como casi todas las mías- era evitable. El dolor fue menos que en otras caídas pero como esta vez el golpe fue sobre el costado de mi hombro, la clavícula se me fracturó. Debido a que fue múltiple y en el extremo de la clavícula se requirió la operación para garantizar no tener dañados los ligamentos y músculos del hombro que unen la clavícula al omóplato porque esa sí que es una lesión seria. De hecho, mi dolor es en el hombro y no en la clavícula, pero por suerte no paso a mayores.

Y si me lo preguntan, lo peor no es el dolor porque no duele tanto, sino lo difícil que resulta dormir bien.

A 2 semanas de la operación francamente me ha ido y me siento bien a secas. Bueno, feliz como una lombriz hasta que vi las radiografías. Yo esperaba que la famosa placa fuera bonita y con tornillos finitos como de relojito, pero nada, la placa es enorme y los tornillos parecen de ferretería; ver la imagen de mi “nuevo” hombro me provocó un “Shock”.

Mi "nueva" clavícula.
Hasta ahora me había tomado lo de la fractura casi como de juego pero viendo las "evidencias", francamente se me pone la piel de gallina de pensar en el calvario que estaría viviendo si me hubiera lesionado el hombro o si el golpe hubiera sido en la cabeza o en el cuello.

Aunque no he tenido caídas espectaculares, sí que he tenido muchas y hasta ya tenía costumbre y cierto gusto enfermizo por caer; pero precisamente quebrarme la clavícula y lo cerca de lesionarme el hombro, me hace reflexionar y tomar conciencia que la MTB no es sólo emoción y aventura, sino que es un deporte de riesgo y por lo mismo, uno debe entrenarse y prepararse para afrontar los riesgos que se toman (como todo en la vida). Para colmo, los accidentes suceden.

Ya para no extenderme, tomé del Primates estas 3 imágenes y las pegué para dar mi versión de como enfrentar un riesgo:
  1. Superar riesgos es emocionante y nos da mucha ventaja.
  2. Pero si no estamos preparados, mejor optar por lo sano.
  3. Que tomar riesgos por encima de nuestras capacidades puede salirnos demasiado caro.
Por último, pa'"suavizar" la entrada les comparto un par de fotos muy padres del lugar de la caída que tomamos días después.

Más claro ni el agua. Un par de metros adelante de donde
estos sabios clicistas ponen pie a tierra, yo no lo hice y me fracturé :(
Yo, aquí todo felicillo no se porque, si ni puedo levantar el brazo derecho.
La cima del Chasseron; lugar de la caída y mi lugar preferido en Suiza.
Abajo se ve el lago de Neuchâtel e Yverdon y al fondo los Alpes suizos.